Una tendencia inevitable en los negocios es recurrir a la tecnología digital para, además de continuar mejorando los productos y servicios, ofrecerles a los clientes una experiencia de compra que se adecúe a su estilo de vida, satisfaga sus necesidades y resuelva sus problemas.
Las grandes compañías o cadenas han sido las primeras en dar este paso, pero los pequeños negocios independientes no se han quedado atrás y están comenzando a sacarle provecho a los beneficios de entrar al mundo digital. Sin embargo, aún son muy pocos los que se han atrevido a hacerlo, debido a algunos mitos e ideas erradas.
Para romper esas barreras de entrada, primero es importante conocer tres términos clave: digitalización, automatización y transformación digital. La digitalización es meramente suplir las herramientas tradicionales o analógicas por tecnologías digitales. Este cambio significa una mejora, pues moderniza y alivia actividades que antes eran engorrosas, pero no necesariamente reemplaza los procesos manuales.
Si logra sustituirlos, estamos hablando, entonces, de automatización. Y este cambio permite que la empresa reduzca considerablemente los tiempos y costos de producción, convirtiéndose en una unidad más eficiente. En ese norte, la transformación digital es elevar este avance hacia un nivel estratégico enfocado en resolver los problemas del cliente, para lo cual se necesita reinventar los procesos internos, el entorno laboral y la gestión de la empresa.
Por esa razón, sobre este último término, David Reyes –coautor del libro Revolución.pe: La transformación digital de once empresas en el Perú–, concluyó lo siguiente: “La transformación no es tecnológica. La transformación no es metodológica. La transformación es cultural”.
Partiendo de estas definiciones, los pequeños negocios –como cafeterías, tiendas de ropa, joyerías, boutiques de vinos u de otros rubros– deben considerar cómo iniciar su camino hacia el mundo digital, de acuerdo a sus necesidades y proyecciones de crecimiento, y también desterrando aquellos mitos que se ciernen sobre estos cambios, como aquellos que describimos a continuación:
Este proceso no implica invertir grandes montos de dinero para implementar tecnología de punta. Menos aun si vas a incursionar por primera vez en el uso de estas herramientas. Todo dependerá de los objetivos y las necesidades de tu negocio. Y quizá lo más idóneo sea empezar digitalizando y automatizando los procesos.
En el mercado, existen herramientas digitales para distintas funcionalidades y procesos de la empresa, desde el control de inventarios hasta la atención del cliente. Y también hay tipos de software más sistemáticos que incluyen soluciones integrales y transversales. Muchas veces, estos últimos resultan menos costosos que apostar por uno diseñado para un proceso específico.
Por otro lado, hay software con servidores locales o tradicionales, y otros basados en la nube, tanto gratuitos como pagados. Los primeros son los que se instalan directamente a un dispositivo, por lo que usualmente tienen precios altos, debido a los costes de licencia, mantenimiento, equipos y consumo de energía. Mientras que los segundos son aquellos que tienen un sistema de almacenamiento y resguardo de datos alojados en Internet, características que reducen al mínimo los costos.
Solo es pertinente que tomes en cuenta esta advertencia: ni los software caros ni los gratuitos son una garantía de solución. Ambos pueden acarrear costos adicionales imprevistos por actualizaciones, capacitación u otro tipo de servicios. Lo mejor siempre será considerar estos cambios como una inversión y evaluar el costo-efectivo de la adquisición de acuerdo a las metas del negocio.
Si consideramos que esta afirmación es cierta, también debemos tomar en cuenta que esta bonanza podría verse menoscabada en cualquier momento. Por lo contrario, ingresar al mundo digital asegura la sostenibilidad financiera del negocio y abre nuevas oportunidades para alcanzar el éxito.
Según el Ministerio de la Producción (PRODUCE), de un total de 1,7 millones de micro y pequeñas empresas formales, el 60% que utiliza tecnologías de la información y comunicación (TIC) factura casi el doble comparado con el 40% restante que aún no recurre a estas herramientas.
Las principales TIC utilizadas por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) son computadora (64.8%), celular con Internet (63.9%) e Internet (61.9%), de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empresas (ENDES) 2017, publicada por PRODUCE.
Este resultado de facturación contempla tan solo el uso tecnologías de forma básica. Elevar esta dinámica a nivel estratégico significará aún mayores ventajas económicas, pero esta decisión dependerá de la naturaleza y las expectativas de crecimiento del negocio.
Por ejemplo, las ventas de la tienda “Un lunar”, dedicada a la ropa y accesorios para bebés y niños, crecieron en 20% apenas implementó Wally POS, un Sistema de Punto de Venta basado en la nube que automatiza toda la cadena de ventas y tiene un back office que permite administrar el negocio en tiempo real desde una computadora, smartphone o tablet.
Las pequeñas y medianas empresas se resisten en dar el salto a lo digital, porque piensan que necesariamente tienen que invertir en ingresar al mercado del e-commerce, cuando no es así. La razón de ser de digitalizar y automatizar un pequeño negocio pasa por reducir la carga administrativa y operativa para concentrarse en detalles más estratégicos.
El e-commerce es simplemente una herramienta, mas no un objetivo en sí mismo. Lo que no quiere decir que lo descartes, sino todo lo contrario. Según la consultora tecnológica International Data Corporation (IDC), el Perú se convertiría en el país líder del comercio electrónico en la región de llegar a concretarse el 30.2% de crecimiento de las ventas online durante el 2018. Por ello, es importante estar en la cresta de esta tendencia comercial, pero debe ocurrir como consecuencia de lo que desean tus clientes y del desarrollo del negocio.
Sino, echemos un vistazo a lo que está haciendo Amazon, la empresa líder e icónica del e-commerce. En los últimos años, ha inaugurado tiendas físicas como Amazon Go, Amazon 4-star y una librería, en las que está llevando la experiencia de compra de su web a espacios tangibles. Por ello, son tiendas semiautomatizadas, donde no hay cajas registradoras y los clientes pagan automáticamente apenas cruzan las puertas de salida. Aparentemente, uno piensa que dicha empresa está tomando el camino inverso, pero no es así: solo está respondiendo al comportamiento del consumidor.
Esta afirmación es errónea y podría ser la razón del bajo nivel de presencia de los pequeños negocios en las redes sociales, tales como Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn. Mientras cuatro de cada siete grandes empresas utiliza redes sociales en el país, solo tres de cada ocho micro, pequeña y mediana empresa (mipyme) emplea esta herramienta, según la ENDES 2017 de PRODUCE.
Pero lo cierto es que en las redes sociales hay dos formas de posicionarse y promocionar las ventas: de manera orgánica y mediante el pago de publicidad. La primera es gratuita y genera resultados óptimos cuando publicas contenidos de sumo interés para tu público; y la segunda no es muy costosa, puesto que puedes empezar invirtiendo desde $1, con el objetivo de ampliar el impacto de las publicaciones y captar nuevos clientes.
Al menos tres de cada diez mipyme realiza actividades de promoción comercial en redes sociales, de acuerdo a la citada encuesta de PRODUCE. Es una cifra muy baja, pero puede ser el inicio de un crecimiento progresivo de la presencia activa de los pequeños negocios en las redes sociales. Nuevamente, todo dependerá de la estrategia de cada empresa.
También se están aprovechando estas herramientas para mejorar la atención al cliente. La encuesta Interacción con Clientes 2017, publicada por la Asociación Peruana de BPO & ITO (APEBIT), concluyó que tres de cada siete empresas en el Perú utilizan redes sociales como herramienta para la atención al cliente.
A través de ellas, las empresas están resolviendo las dudas y solucionando los inconvenientes del consumidor de manera inmediata. Incluso, en las redes sociales se están generando automatizaciones mediante los llamados “bots”, unos software que se comunican con los usuarios y atienden sus requerimientos como si lo hiciera una persona.
Una de las alternativas que Facebook activó el año pasado en el Perú es el MarketPlace, donde los usuarios de esta red social pueden comprar y vender productos sin salir de la aplicación. Solo basta con tomar una fotografía del producto, colocar una descripción y poner el precio. Y para cerrar la venta, la comunicación se realiza vía el chat (Messenger). Es un servicio gratuito, así que no existe ninguna barrera de costos.
Quedarse en la zona de confort en la era digital, donde se producen cambios vertiginosos en el estilo de vida de las personas y en los modelos de negocio, puede resultar contraproducente. Y si lo haces por una cuestión de dinero, al final puede sucederte lo contrario y comprometer la rentabilidad del negocio.
Eso es creer que se puede prosperar estando dentro de una burbuja, pero lo cierto es que los clientes y la competencia evolucionan junto con las nuevas tecnologías. Y, siguiendo esa lógica, hay herramientas digitales –gratuitas y pagadas– para satisfacer sus necesidades y fidelizarlos, si es que ya cuentas con clientes asiduos; o para diseñar estrategias específicas enfocadas en captar nuevos clientes.
Muchas veces con solo tener una página web o diferentes cuentas en redes sociales se genera, de pronto, un flujo interesante de nuevos clientes, lo cual puede motivarte a replantear el crecimiento de tu negocio. Pero también hay una diversidad de software que sistematizan los datos de tus clientes para elaborar campañas de descuentos o productos personalizados con el objetivo de ganártelos.
O, si requieres una alternativa más especializada, está la estrategia de inbound marketing, que automatiza la atracción de clientes idóneos, a partir de contenidos útiles y relevantes compartidos en cada etapa de su decisión, para lo cual dispones de varias herramientas o software en el mercado.
La tendencia del desarrollo de soluciones tecnológicas está enmarcada en aliviar los problemas a las personas y los negocios. Por ello, las herramientas digitales o software del mercado generalmente son tan igual de intuitivas y fáciles de usar como los programas que se operan en una computadora, laptop, smartphone o tablet. Es más, están obligadas a tener estas características, puesto que están integradas a estos dispositivos. O, de lo contrario, debes buscar alternativas que reproduzcan esa misma experiencia de uso.
De este modo, la curva de aprendizaje será rápida y natural. Es decir, las capacitaciones tediosas y caras son innecesarias o, en todo caso, no comprometerán los costos que normalmente requiere una especialización técnica. Incluso, si contratas una solución tecnológica, por lo general esta incluye la capacitación y la asistencia permanente. Y si no es así, procura buscar una marca que brinde estos servicios complementarios.
Mitos puede haber muchos, pero solo tú sabes cómo encaminar tu negocio. Para dar el salto a lo digital, toma las decisiones costo-efectivo que más se adecúen a los objetivos de tu cafetería, tienda de ropa o minimarket. Por las necesidades de crecimiento, un software como el Sistema de Punto de Venta puede serte muy útil, pues engloba muchas de las verdades que hemos anotado en cada mito, además de tener el control de tu negocio en tiempo real desde tu laptop, smartphone o tablet.
Un Sistema de Punto de Venta como Wally es simple, intuitivo y accesible. Automatiza todo lo relacionado con tus ventas y ofrece reportes estadísticos para fidelizar a tus clientes, verificar el inventario y evaluar la productividad de tus colaboradores. También reporta tus ventas en tiempo real a la SUNAT, elabora facturas electrónicas y facilita la laboral contable de tu negocio. Es una alternativa integral para ingresar al mundo digital.
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